Hay una leyenda que circula por Valladolid sobre un salvaje lugar en el que corren los glu glu, saltan los ñam ñam y crecen los bla bla junto a la catedral. Un lugar lleno de misterio que guarda un gran tesoro: sus materias primas. Viaja a través de cada uno de nuestros bocados. Contágiate de nuestro espíritu salvaje.